Evangelio Diario

Evangelio del 11 de junio del 2025 según san Mateo 5, 17-19

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 21-26; 13 1-3

 

En aquellos días, gran número creyó y se convirtió al Señor.

Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor. Bernabé, salió para Tarso en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía.

Durante un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.

En la Iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado Níger, Lucio, el de Cirene; Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.

Un día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo:

«Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado».

Entonces, después de ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.

 

Salmo de hoy

Salmo 97,1- 6 R/. El Señor revela a las naciones su justicia

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

Tañed la citara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.

 

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-19

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.

En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.

El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

Reflexión

«Reescribiendo el Evangelio a conveniencia»

(Mateo 5, 17-19)

Hay quienes creen que Jesús vino a borrar todo lo incómodo del Antiguo Testamento, como si su misión fuera repartir licencias para pecar con elegancia. Y no, no vino a abolir nada: lo dejó bien claro. Pero muchos hoy se sienten más inspirados por frases de Instagram que por el Evangelio entero. Y es que hablar del amor de Dios vende; hablar de cumplir mandamientos, no tanto.

Vivimos tiempos en los que algunos cristianos pretenden «actualizar» la Palabra según las modas del momento. Recortan los mandamientos como si fueran papel periódico, suavizan lo que molesta y decoran el pecado con palabras políticamente correctas: “errores”, “procesos”, “libertades personales”. Y si alguien osa recordar que Jesús no vino a relativizar nada, lo tachan de retrógrado o «no pastoral».

Y mientras tanto, las redes se llenan de figuras religiosas que predican a un Cristo que aprueba todo, que no exige, que solo abraza. Pero ese no es el de Mateo 5, 17-19. Ese es un Cristo de cartón, diseñado para no incomodar ni perder audiencia.

Jesús no vino a disolver la Ley; vino a encarnarla con radicalidad. No quitó una tilde, pero nosotros hemos borrado páginas enteras con excusas piadosas. Y lo peor: nos sentimos orgullosos de hacerlo.

Si seguimos editando el Evangelio a nuestra medida, pronto ya no será Palabra de Dios, sino palabra del marketing.

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